La lechada con acronal ha sido utilizada durante años como un método tradicional para impermeabilizar techos. Sin embargo, hoy sabemos que esta práctica no es efectiva y puede traer más problemas que soluciones. Aquí te contamos por qué no funciona y cuál es la alternativa correcta.
Mito: La lechada es efectiva para impermeabilizar techos
Muchas personas creen que aplicar una mezcla de cemento, acronal y agua (lechada) sobre el techo es suficiente para evitar filtraciones. Se suele pensar que esta capa sella por completo la superficie y bloquea el paso del agua.

Por qué esto no funciona?
En la práctica, la lechada no logra detener el ingreso de agua:
- Fisuras y grietas: al ser un material rígido, se craquela o se agrieta con los movimientos naturales de la losa y con el paso del tiempo.
- Baja resistencia climática: no soporta bien las variaciones de temperatura, lo que acelera la aparición de fisuras.
- Permeabilidad: aunque al inicio parezca sellar, la porosidad del material permite que el agua filtre poco a poco.
El resultado es que, lejos de impermeabilizar, termina generando nuevas filtraciones y costos adicionales de reparación.
La alternativa correcta
En lugar de recurrir a una lechada, se recomienda instalar un sistema de impermeabilización moderno y flexible, como:
- Membranas asfálticas APP o SBS.
- Membranas de PVC o TPO.
- Recubrimientos líquidos como los acrílicos de alto desempeño.
Estos sistemas tienen capacidad de elongación y se adaptan a los movimientos del techo, sellan de manera continua y ofrecen mayor durabilidad, protegiendo la estructura por muchos años.
Conclusión
La lechada como impermeabilizante es un mito que aún persiste, pero que no garantiza protección real o que te duraría unos meses solamente. La mejor inversión es en materiales diseñados específicamente para impermeabilización, aplicados por profesionales.